Es una película del Director Joe Wright conocido por haber
dirigido Orgullo y prejuicio, Expiación y Hanna.
En esta ocasión el director en lugar de hacer un fiel relato
de la novela de Tolstoi recurre al artificio, al teatro exagerado. La puesta en
escena es suntuosa, no escatima en nada, pero lo que transmite es
superficialidad, desapego respecto de la historia que se está narrando. La obra
está situada en un teatro como si el drama fuera tan solo una representación.
En ningún momento transmite proximidad. Pretende que sea
mero espectáculo e impide que el espectador pueda tener la catarsis que busca
al entrar en el cine ya que el director se lo impide con este montaje.
Una pena. No me gustó a pesar de las expectativas, los
actores Keira Knijtley y Jud Law están bien igual que el resto del elenco.
Tampoco convence Aaron Johnson (Vronsky) por su caracterización. Me decepcionó
la puesta en escena.