La película narra como un escritor que está sin inspiración, sin dinero y en sus horas más bajas se encuentra a un ex cuñado que le facilita una pastilla, que hace que la mente funcione al máximo de sus posiblilidades. A partir de ese momento su vida cambiará. Su mente hará que finalice el libro, que aprenda idiomas en un día y que se convierta en un hombre de éxito, pero todo tiene un precio, esa pastilla también tiene unos efectos secundarios letales...
El guión está basado en el libro de Alan Glynn.
El Director es Neill Burguer, dirigió tambien el Ilusionista
La fotografía está muy cuidada y destaca las imágenes generadas por ordenador para describir los efectos de la droga.
La actuación de Bradley Cooper presente en todo el metraje de la película resulta convincente y atractiva. También la actuación de Robert de Niro interpretando a un hombre de negocios duro y sin escrúpulos hace que resulte creíble.
El planteamiento de la película es bueno, pero no se acaba de desarrollar, cae, como casi todos los guiones de Hollywood actuales, en las persecuciones para resolver un tema que podría haber resultado interesante. Por tanto, se convierte en una película de mero entretenimiento, sin ninguna otra pretensión que la de distraer al espectador y esto si que lo consigue.