Ayer fui a ver esta película de la directora Canadiense Ruba
Nadda.
La película obtuvo un premio del público en el festival de
Toronto. Es un drama romántico. Una mujer madura americana viaja al Cairo para
reunirse con su marido para pasar unas vacaciones. Pero el marido, un
funcionario de la ONU es retenido en Gaza, mientras espera la acompaña un
antiguo empleado del marido, un atractivo egipcio que le irá enseñando el Cairo,
omnipresente en toda la película. Con el paso de los días surge el amor entre
esta mujer madura y su acompañante. Es una relación tranquila y sosegada que
recuerda a la ya reflejada por Clint Eastwood en los puentes de Madison, un
amor que marcará las vidas de sus protagonistas. Es una película con una
sensualidad contenida, un romance lento que se produce más en el corazón que en
los hechos
La cinta nos muestra un Egipto turístico que incita a ser
visitado de nuevo. La película no huye de la crítica a este país, en cuanto a la discriminación a
la mujer ni a la situación de los refugiados pero lo hace en un tono amable.
La película se sostiene principalmente por el gran trabajo
de sus dos actores protagonistas la fantástica Patricia Clarkson y Alexander Siddig.