Es la nueva película
de Woody Allen, en esta ocasión situada en Roma. No es una de sus mejores películas
pero tampoco de las peores como se ha venido diciendo. En esta ocasión
desarrolla cuatro historias inconexas entre sí que tan solo tienen en común que
se desarrollan en Roma.
La historia que el propio Woody Allen protagoniza tal vez sea la que
tenga más chispa porque desarrolla su crítica a la cultura y el esnobismo a
través de un planteamiento surrealista pero efectivo con el cantante de la
opera.
Lo mismo sucede con la historia en la que interviene Alec
Baldwin en la que trata que el joven arquitecto (Jesse Eisemberg) no caiga en
las garras de una seductora sin escrúpulos (Ellen Page) haciendo una crítica a
los que van de intelectuales sin serlo.
Estas son las dos mejores historias: Las que protagonizan
Roberto Benigni y Penélope Cruz son de relleno.
La película entretiene y tiene toques de este gran director
que la hacen especial. Además de mostrar
las hermosas imágenes de Roma. Me gusto mucho más de lo que me esperaba.