Es una cinta diferente en
estos tiempos aburridos en los que pocas películas sorprenden al espectador.
Esta lo consigue haciendo un homenaje al cine mudo.
Narra la situación que vivieron los actores del
cine mudo cuando aparece el cine sonoro. Como perdieron su condición de
estrellas y fueron olvidados al ser sustituidas por actores y actrices que
hablaban y cantaban.
A pesar de ser una película de
cine mudo, en blanco y negro, al mas puro estilo años veinte consigue tenernos
pendientes de todo lo que sucede en la pantalla. Con situaciones algo ingenuas
para esta época pero que atrapan y enternecen el corazón del espectador.
Mención simpática merece el perrito, uno de los personajes principales de la
película como compañero inseparable del “actor” George Valentín,que es interpretado
magistralmente por Jean Dujardin, cuya sonrisa ilumina la pantalla desde el
inicio. Ha nacido una nueva estrella. Espero que gane el Oscar, me ha
fascinado especialmente por su interpretación.
La actriz Berenice Bejó
acompaña al protagonista realizando un buen trabajo en esta película en la que tiene
un gran mérito mostrar los sentimientos sin decir ni una palabra.